¡Hola lector!
Vuelvo a publicar por fin un nuevo artículo en mi blog y esta vez con alguna sorpresa incluida. ¡Lee hasta el final!
Hacía mucho tiempo que una idea rondaba mi cabeza, un proyecto al que realmente le tenía muchas ganas aunque también sabía que supondría un reto para mi.
Esta idea era simple, combinar la iluminación de setas, a la que personalmente llamo Fungus Enlightening, con una técnica que hasta el momento era totalmente desconocida para mi, la Macrofotografía.
El concepto de la fotografía Macro es la antítesis de lo que solemos buscar en la fotografía de paisaje, a la que suelo dedicarme y que está llena de grandes espacios en los que prima la profundidad de campo y el amplio ángulo de visión. Tuve que cambiar el chip completamente para sumergirme en el mundo de lo minúsculo y lo insignificante, saliendo completamente de mi zona de confort pero…¡es así como más se aprende!
Una vez decidido a llevar a cabo este proyecto me puse en contacto con el equipo de Irix Lens, que se mostraron interesados en el desde un primer momento y me cedieron así una unidad del Irix 150mm F2.8 Dragonfly Macro. Esta lente es la abanderada de la macrofotografía dentro del catálogo de la marca.
Pocos días después de hablar con ellos recibí una unidad de esta lente macro y me dispuse a aprender todo cuanto me fuera posible sobre este nuevo y pequeño mundo, completamente desconocido para mi.
Irix 150mm F2.8 Dragonfly
He de reconocer que la presentación a la que nos tiene acostumbrados la marca, como ya comenté en anteriores artículos, es realmente exquisita y se agradece cuando todos los detalles se miman de la forma más minuciosa.
La lente viene en una caja completamente negra con las inscripciones e información en azul y blanco siendo ya los colores habituales en la imaginería de Irix. Al abrirla, nos encontramos con la característica libélula que identifica los modelos Dragonfly, una tapa trasera extra y una funda de neopreno rígida con el objetivo en su interior.
La primera sensación que viene a mi mente nada más extraer el objetivo de su funda es que se trata de una lente realmente robusta y sorprendentemente ligera. Su construcción está basada en una aleación de magnesio, lo que se ha convertido en un estándar dentro de la marca, y además está sellada en puntos claves confiriéndole así resistencia a los elementos cuando la climatología es adversa.
En la superficie se puede ver información, como la distancia de enfoque o el factor de aumento, grabada directamente en el metal y reforzada con pintura reactiva a los rayos UV para que sea fácilmente legible en cualquier momento y condición. Además, cuenta con un anillo de enfoque recubierto de goma que nos proporciona comodidad y suavidad, durante todo su recorrido de un total de 270º, para conseguir los mejores resultados a la hora de enfocar.
La construcción de la lente consta de 12 elementos dispuestos en 9 grupos: tres de ellos Super-Low Dispersion ED y otros 4 con alto índice de refracción que ayudan a evitar aberraciones cromáticas garantizando así máxima nitidez y calidad en nuestras imágenes.
Otro punto que me ha llamado la atención es la montura para trípode, también metálica y compatible con Arca Swiss, que nos ayuda a conseguir la mejor estabilidad, muy necesaria en una disciplina como es la Macrofotografía.
Detalles Técnicos
Mi idea no es pararme demasiado en las especificaciones técnicas de la lente, ya que están disponibles en la propia web de Irix Lens, pero si destacar aquellas que me han parecido más interesantes:
- Escala 1:1 y distancia mínima de enfoque de 35cm: Nos permitirá realizar fotografías realmente cerca de nuestro sujeto.
- Apertura Máxima de F2.8: Objetivo súper luminoso que nos ayudará a trabajar con comodidad en condiciones de escasa luz.
- Anillo de Enfoque de 270º: Nos proporciona la mayor comodidad a la hora de enfocar.
- Enfoque Manual: Pese a que de primeras podría ser un hándicap no es así debido a lo pausado de la macrofotografía.
- Confirmación de Enfoque: Resulta útil en muchas ocasiones para detectar si estamos enfocando donde realmente lo necesitamos.
- Transmisión de Datos EXIF.
- Desenfoque: 11 palas redondeadas conforman el diafragma y le confieren un bokeh realmente suave y bonito.
- Bloqueo de Anillo de Enfoque: ¡Para evitar accidentes!
- Recubrimiento Neutrino: Exclusivo de la marca y que nos proporciona gran nitidez.
Mi experiencia
El Irix 150mm F2.8 Dragonfly cumple con las expectativas y los estándares de calidad con los que la marca ha estado trabajando. Todos los detalles se han cuidado al máximo y de la forma más minuciosa lo que nos permitirá sacar el máximo partido a esta lente y conseguir unos muy buenos resultados.
Esta lente nos ofrece tomas nítidas, sin apenas distorsiones o aberraciones extrañas y nos asegura unos resultados de una calidad excelente.
No soy un experto en macrofotografía pero, dentro de mi experiencia como fotógrafo y con lo que he podido trabajar con esta lente durante los últimos meses, creo que es una magnífica opción para conseguir resultados realmente brillantes en esta disciplina.
Agradecimiento
Mi más sincero agradecimiento al equipo de Irix Lens por haberme cedido este gran Irix 150mm F2.8 Dragonfly, permitiéndome así realizar mi primera incursión en el mundo de la Macrofotografía. Sin su colaboración este proyecto no habría sido posible!
¡Y aquí esta la sorpresa!
Además, han tenido la gentileza de crear un código de descuento para todos aquellos lectores de Lost in Woodlands Photography que deseen hacerse con esta magnífica lente.
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Macrofotografía
Mi experiencia en esta disciplina era prácticamente nula. Nunca me había interesado excesivamente por el mundo de lo diminuto y lo que en muchas ocasiones parece insignificante o incluso insulso. ¡Nada más lejos de la realidad!
He de reconocer que tuve que cambiar completamente mi forma de ver la fotografía para conseguir ver más allá de lo evidente y adaptarme a este nuevo mundo. En un principio fue incluso frustrante el comprobar que los resultados no eran los esperados pero con esfuerzo y paciencia comencé a comprender los conceptos y particularidades de la macrofotografía. No soy un experto, ni mucho menos, pero he conseguido resultados con los que puedo estar bastante satisfecho.
Una vez aprendida la teoría, ¡era el momento de salir al campo a experimentar!
Fungus Enlightening
Como ya comenté al comienzo de este artículo, mi idea principal era llevar mi proyecto Fungus Enlightening al mundo de la macrofotografía y conseguir así imágenes con muchísimo más detalle.
La idea es bastante simple a nivel conceptual. Conseguir a través de iluminación artificial y natural ese efecto luminoso y ese glow místico en las setas para dotarlas de un halo de mágico e irreal. ¡Como si acabaran de salir de un cuento de hadas!
El material que he empleado para este proyecto es el siguiente:
- Canon 5D Mark IV.
- Irix 150mm F2.8 Dragonfly Macro.
- Trípode y placa micrométrica.
- Diversas luces LED y geles de colores.
Buscando Setas
Me he pasado los últimos meses mirando al suelo, daba cada paso durante mis caminatas en busca de saltos de agua a través de bosques y montañas intentando localizar setas con las que poder practicar. Al principio era un poco complicado encontrar sujetos interesantes pero una vez llegaron las primeras lluvias otoñales los bosques se llenaron de estos pequeños seres vivos y tuve un maravilloso banco de pruebas en el que experimentar.
Una vez localizo una seta, compruebo que está en perfecto estado y comienzo a pensar en posibles composiciones teniendo en cuenta todo cuanto la rodea. Es importante tener en cuenta cada detalle, cada hoja, ramita o brizna de hierba, por más insignificante que parezca, ya que puede “arruinar” una composición y conseguir que nuestra vista no se centre en el sujeto principal que intentamos retratar.
El siguiente paso, una vez la composición base está ya organizada, es la iluminación. La idea es que la seta tenga ese glow místico y que parezca que ella misma es la propia fuente de la luz, que el propio himenio sea el que está iluminado y proyecte esa luz hacia abajo, hacía la estípite, el anillo (si lo hubiese), la volva y la zona que los rodea.
Dependiendo de la especie de hongo a retrata éste se comportará de una manera diferente ante la luz. De esta manera hay dos opciones:
- Si la parte superior de la seta es traslúcida, aplico luz por encima del sombrero de tal manera que se convierte en un difusor de luz y la proyecte hacia abajo.
- Si la parte superior de la seta no es traslúcida, sitúo la iluminación desde abajo, en la distancia, para conseguir un efecto similar al del punto anterior.
Personalmente prefiero la primera opción, ¡el resultado es mucho más natural y orgánico!
La toma (o más bien un montón de ellas)
Una vez preparado el set es el momento de realizar las tomas. ¡Vamos a por ello!
La particularidad de los objetivos macro 1:1, como es el caso del Irix 150mm F2.8 Dragonfly, es que retratan el sujeto a su tamaño real. Esto significa que si fotografías una seta de 1cm la imagen de esta ocupará 1cm en el sensor. Por este motivo, cuando disparamos con los diafragmas más abiertos y luminosos el área de enfoque es realmente pequeña, lo que dificulta obtener todo el detalle que busco.
Aquí es donde entra en juego un nuevo elemento, un artefacto que nos permitirá mover el foco en fracciones de milímetro de manera casi imperceptible, el carril micrométrico o rail micrométrico. Con él podremos conseguir que todo nuestro sujeto esté en foco, tomando un montón de imágenes y luego juntándolas todas a través de un apilado de fotografías.
El proceso comienza enfocando la parte más alejada de nuestro sujeto, tomando una primera foto para comprobar que el histograma, la luz y la composición son los deseados. Una vez tenemos todo esto es el momento de ir realizando las diferentes tomas, moviéndonos con el carril micrométrico, desde ese punto más alejado hasta conseguir que el punto más cercano a nosotros esté también perfectamente nítido.
Es posible que la primera vez que hagamos todo el proceso nos resulte un poco abrumador, tedioso o pesado pero una vez te acostumbras sale de forma prácticamente instintiva. Además, cuando veas el resultado final comprobarás que todo el esfuerzo y tiempo dedicados han merecido muchísimo la pena.
Ya tenemos el material, ¡ahora toca procesarlo!
Edición y Procesado
Nos volvemos al pc y tenemos un montón de tomas para una sola imagen así que es el momento de hacer el apilamiento. Existen diferentes software para realizar este proceso aunque, de los que he podido probar, yo me quedo con Helicon Focus.
Mi flujo de trabajo aquí sería el siguiente:
- Procesado básico con Capture One.
- Apilado con Helicon Focus.
- Procesado final con Adobe Photoshop.
Y quedaría lo más importante, ¡la creatividad de cada uno y la visión que tiene cada fotógrafo de lo que desea capturar!
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